Descubriendo la Lengua de Signos

Descubrir la lengua de signos no es tarea fácil, en un primer momento sientes que te falta el aire, es como si te dejarán en un planeta desconocido en el que no hay oxigeno y en el que todo funciona diferente a como lo aprendiste en la tierra. Afortunadamente, poco a poco, y por supuesto con mucha calma puedes y vas encontrando pequeños huecos, grutas o cuevas que te permiten respirar, como si dentro hubiera un poco de oxigeno que alivia tu asfixia. Pero todo esto es solo en un primer instante.

Después, cuando empiezas a conocerla y vas descubriendo todos sus detalles, por mínimos que puedan parecer al espectador “ignorante”, te das cuenta de la riqueza, la gran cantidad de recursos que te ofrece y, por supuesto, lo bella que puede resultar bien ejecutada.

Es cierto que para quien la desconoce es difícil de entender, por mucho que te esfuerzas en explicar de que se trata, como funciona, como se produce y como se recibe. La mayoría de nosotros (por no decir todos), a los oyentes me refiero, estamos tan “pegados” a las palabras y lo que nuestros oídos durante años nos han educado que es difícil comprender su riqueza y particularidades. La gran cantidad de variables que incluye y que definen a la perfección cada mensaje que se pretende transmitir, desde aquellos mas globales hasta los mas concretos.

Tan solo llevo un año dentro de esta comunidad, esta cultura y he visto hablar a personas sordas de cualquier tema, por complicado que nos parezca a los oyentes que no dominamos esta lengua, y que en la lengua oral propia también nos parecerían complicados, pues, a pesar de ello, ellas (las personas sordas) son capaces de platicar sobre lo que quieran, transmitir emociones, estados de animo, exposiciones relacionadas con cualquier ámbito, discursos políticos cargados de emoción... lo que quieran, de verdad, no es una defensa sin fundamento, se trata solo de una reflexión desde el sentimiento que me invade, lo afortunado que me siento de haber descubierto este nuevo planeta, desconocido al principio, inhóspito y duro pero que si exploras y te adentras en sus entrañas descubrirás paisajes y parajes que jamás habrías soñado que existieran.